Promocionar una región dentro de una feria de turismo no es tarea fácil. Cada visitante recorre los pasillos esperando sorprenderse. Buscan emociones, ideas y beneficios concretos. Quieren sentir que empiezan un viaje. Los turistas buscan inspiración; los inversores, oportunidades. Y los medios, una buena imagen y una historia clara. ¿Cómo lograr que tu stand sea el punto de partida de todo eso? Aquí te lo contamos.
En una feria de turismo confluyen muchas necesidades. Como expositora o expositor, es fundamental tenerlo presente. Algunas personas preguntan por rutas ciclistas, otras por zonas industriales, y muchas simplemente quieren una foto con los paisajes más emblemáticos.
Cada visitante busca algo distinto, pero todas esperan encontrar algo que valga la pena. Un stand bien diseñado puede responder a cada una de esas expectativas. Para quien viaja, puede ser una fuente de inspiración. Para quien invierte, un acceso directo a datos útiles. Para quien comunica, un escenario fotogénico con una historia potente.
Lo importante es pensar el stand como un relato coherente, que se adapta a quien lo recorre. Distribuye el contenido en varios puntos de contacto para que cada persona se lleve algo diferente. Así, tu stand no solo representa a tu región: se convierte en un espacio de posibilidades.
En una feria de turismo, tienes unos segundos para captar la atención. Si no impactas rápido, la oportunidad se pierde. Por eso conviene generar un efecto inmediato: algo que diga “aquí pasa algo interesante”. En el caso de una región, ese impacto puede ser el comienzo de un viaje… aunque empiece con una imagen retroiluminada o una animación digital.
Luz, color, movimiento: todo eso estimula los sentidos antes de que alguien hable. Una caja de luz LED bien diseñada, un photocall con una imagen potente o displays digitales con contenido visual son herramientas perfectas para introducir a los visitantes en la atmósfera de tu territorio. Cuentan historias sin palabras y abren la puerta al contacto.
Un sistema de exposición adecuado puede generar una asociación positiva con tu marca desde el primer momento. Y esa impresión inicial permanece más que cualquier folleto.
Estructuras ligeras, retroiluminadas y con gráfica intercambiable. Iluminación homogénea, visibilidad garantizada y montaje sin complicaciones.
Fondos visuales perfectos para charlas, fotos o presentaciones. Se transportan fácilmente y sirven en múltiples eventos.
No esperan que la gente se acerque: llaman la atención por sí mismos. Los infokioscos permiten explorar la oferta con autonomía y sin presión.
Nada involucra más que el juego, el toque o la curiosidad. Un quiz en infokiosco que recomienda un destino para el fin de semana genera colas. Un display con pantalla táctil y mapa de atracciones para guardar en el móvil es justo lo que busca el turista actual.
¿Y para inversores? Una presentación digital con formulario de contacto es perfecta. ¿Y para niñas y niños? Un juego con premios. Así, cada visitante encuentra su experiencia, y tú obtienes datos, conversaciones y movimiento.
Los sistemas de exposición no tienen por qué ser estáticos. Puedes integrarlos con tecnología que funciona de forma autónoma durante todo el día, sin necesidad de intervención continua.
Las ferias de turismo no son solo folletos y charlas. También son momentos que la gente quiere compartir. Por eso es clave ofrecer elementos que se vean bien en fotos y que inviten a ser compartidos en redes sociales.
Un fondo visual creativo, una cabina de fotos, objetos que representen tu región… Son detalles simples que despiertan emociones y generan engagement. Y lo mejor: funcionan incluso cuando no hay nadie del equipo presente.
Asegúrate de incluir un elemento visual sutil con tu logo o lema. Nada agresivo, pero lo suficientemente visible como para que cada foto sea una mini embajadora de tu marca.
Una buena presentación regional no requiere estructuras complejas. Muchos stands memorables parten de soluciones simples y pensadas: un photocall con impresión de gran formato, una caja de luz LED o un mostrador compacto.
Estos elementos no solo aportan estética, sino también ventajas prácticas. Gracias al montaje sin herramientas, puedes instalar el stand de forma rápida y económica. Esto se traduce en más flexibilidad, tanto al organizar el espacio como durante la feria, si necesitas hacer cambios.
Los sistemas modulares funcionan bien en distintos contextos: ferias de turismo, eventos culturales o encuentros de negocios. Su fuerza está en la adaptabilidad: puedes cambiar el diseño, el formato o el mensaje con facilidad. Así, una misma idea puede evolucionar temporada tras temporada.
¿Buscas una estructura más amplia y vistosa? Los stands modulares permiten ampliar, escalar y configurar según el lugar, el tipo de evento y el objetivo. Como si fueran bloques de construcción: puedes crear desde una pequeña isla hasta un espacio de reuniones o un stand de varios segmentos con los mismos componentes.
Un buen stand puede emocionar más que cualquier presentación digital. Puede hablar de tu región a través de los sentidos: imágenes, sonidos, aromas y relatos. Puede ser una invitación a viajar, a invertir o simplemente a conversar.
No necesitas ser experta o experto en sistemas de exposición. Para eso estamos nosotras y nosotros.
Romina Rivas o ‘Neill
Sales Account Specialist