El photocall es una estructura pensada para captar la atención. Sirve como fondo para fotos y se utiliza en ferias, actos públicos, bodas y presentaciones.
Combina imagen de marca, entretenimiento y recuerdo en un solo elemento. Además de atraer a los invitados, genera contenido útil para las redes sociales.
El photocall se adapta a diferentes formatos: puede ser textil, de lona o con marco de aluminio. Es fácil de montar, transportar y personalizar.
El photocall textil es uno de los más populares. No refleja la luz, lo que se traduce en fotografías nítidas y de buena calidad.
También existen modelos pop up que se despliegan con rapidez, y estructuras con velcro para cambiar la gráfica cuando sea necesario.
Otros photocalls están pensados para actos más formales, como presentaciones de producto, congresos o eventos corporativos.
Los materiales varían: poliéster, lona PVC o tela con sublimación. La elección depende del tipo de evento, la duración y el presupuesto.
Un photocall convierte un espacio común en una zona de visibilidad para tu marca. Facilita la interacción con el público y ayuda a generar contenido.
Aporta visibilidad a productos y logotipos
Crea una zona de fotografías compartibles en redes
Se puede reutilizar en varios eventos
Es una herramienta ligera, fácil de montar y almacenar
Refuerza la imagen de marca de forma coherente y directa
El photocall se puede adaptar al espacio disponible y a los objetivos del evento. Los formatos más comunes son rectangulares, pero también hay opciones curvas o con formas especiales.
La personalización permite integrar logotipos, colores de marca, mensajes promocionales o hashtags. Esto refuerza la coherencia visual del evento.
Una impresión de calidad mejora el resultado final. La nitidez de los textos y gráficos influye en el impacto de cada foto tomada.
Tanto en ferias como en cenas de empresa, lanzamientos o celebraciones privadas, el photocall crea una experiencia diferente.
En el contexto ferial, ayuda a atraer visitantes al stand, actuar como fondo para presentaciones y facilitar contenido visual para campañas.
En bodas o cumpleaños se convierte en un rincón especial, donde los invitados pueden sacarse fotos y llevarse un recuerdo.
Una vez instalado, el photocall empieza a trabajar por la marca. Las imágenes tomadas por los asistentes se comparten de forma natural.
Esto multiplica la visibilidad del evento, llegando a públicos más amplios sin esfuerzo adicional.
El diseño debe facilitar la fotografía: buena luz, fondo claro, logotipo visible. El mensaje debe ser legible tanto en pantalla como en impresión.
Para elegir el photocall adecuado, conviene valorar el tipo de evento, el espacio disponible, el transporte y la frecuencia de uso.
Los proveedores especializados ofrecen estructuras listas para montar, con posibilidad de personalización completa y envío rápido.
También es posible adquirir sistemas modulares que permiten cambiar solo la gráfica según el evento.
Contar con asesoría en la elección del modelo y en la preparación del archivo gráfico puede evitar errores de impresión y mejorar el resultado.