Los mostradores publicitarios son verdaderos camaleones del marketing. Basta con cambiar el diseño gráfico y el resultado es una renovación completa de la imagen, captando la atención y, lo más importante, garantizando la satisfacción. ¿Por qué no aprovechar el potencial de los mostradores para cualquier ocasión? Con ellos, puedes prepararte para la Navidad, las rebajas o las promociones de primavera, sin perder la cabeza (ni el presupuesto).